Dicen que no hay que mirar atrás , pero yo pienso que si es para recordar algo bueno y vernos en el ahora ,para ser mejor mañana , hay que mirar.
Siempre me han gustado las navidades,edsde pequeño eran unas fechas entrañables, rodeado de la familia, tardes de lluvia junto a la estufa catalítica, noches alumbradas por el árbol,historias de mama de cuando pequeña , papa trayendo la arena para luego plantar el arbolito y colocar las luces , que casi siempre se fundía unas pocas y el pobre mío las reparaba , quedando el árbol con menos luces cada año y como no con los villancicos y los especiales de navidad y noche vieja y las risas de Marte y 13.
Nos acaban de dar las vacaciones en colegio, yo tendría unos siete u ocho años, recuerdo el olor del barrio, olor a navidad, olor que era provocado por mi abuela Ana haciendo sus roscos, la recuerdo con su ropa limpia y sus manos escamondas como decimos por aquí a lo limpio e impecable, con su barreño preparado para amasar la masa y luego llevar los roscos al horno del mastren ( Mastren es como se decía aquí a las panaderías con mostrador , vamos lo que llamamos una tahona)
En el telediario salían una y otra vez los premiados con el gordo , que envidia , y la famosa frase en boca de todos :
¡¡¡bueno habiendo salud....!!!
Mama esa mañana le había dicho a papa que ojala Alfonso (el jefe de papa ) le daba la paga de navidad , que había que comprar los regalos y la comida.
Cuando papa llegaba todos salíamos corriendo y viendo su cara, sabíamos lo que tocaba esa tarde de paga:
Las hijas mayores le acompañarían a comprar el jamón , por que era cuando había jamón en nuestra ccasa ,los pequeños ,mi hermano y yo, nos quedábamos en casa viendo un año mas como José Isbert perdía a Chencho otra vez en la plaza mayor entre los puestos de belenes , y mamá siempre nos repetía :
" que bonito esta Madrid en navidad, me acuerdo de mis primeras navidades fuera de mi casa en Madrid con la señorita, cuanto llore acordándome de mis hermanos...."
y a nosotros se nos partía el corazón un año mas recordándolo y viendo esa lagrimilla furtiva de mama.
Y entonces llegaba papá silbando con su jamón y sus hijas, lo ponía encima de la mesa de formica de la cocina , sacaba el cuchillo , que había permanecido dormido un año , lo afilaba con el escalón y empezaba a tocar el Stradivarius, nosotros y nuestros perro chulo y cuki éramos sus espectadores ,dios mío que sinfonía en forma de lonchas de tocino iban callendo al plato y él cogía un trozo de tocino , le daba un pellizco a la sal del tarro y como si fueran polvos mágicos lo echaba encima de el preciado tesoro , para luego llevárselo a la boca, y cuando salía el primer trozo de jamón llamaba a mama y le daba la primera loncha a ella para que la probara y le diera el veredicto de lo bueno que estaba.Y nosotros no parábamos de meterle mano al plato y papa con una medio risa o medio enfado nos decía:
Así no cunde cortar, este plato no se llena , nos iba diciendo papa mientras iba dejando las lonchas de jamón en el plato y nosotros las íbamos comiendo.
Os juro que como ese jamón ninguno, y no era ni pata negra , ni de Guijuelo, ni tres jotas ni na de na, era el jamón de la navidad, el jamos que esperábamos durante todo el año y lo recibíamos como si fuera un digno mandatario de algún rey mago.
Y mis hermanas llegaban con unas zambombas que papa nos compraba , esas zambombas de barro con su pellejo y que nos duraba ese día del Jamón.
Y que ricos éramos con tan poco.
Por eso adoro la navidad , por los recuerdos que me traen y lo mas importante por los recuerdos que estoy creando junto a mi mujer y a mis hijas, de como vivimos la navidad.Por que la navidad no son solo compras , gastos y dolor de cabeza, la navidad es una época en la que nos damos otra oportunidad para empezar a ser mejores, para intentar alargarlo en el tiempo, para ir sembrando.
Namaste